lunes, 5 de septiembre de 2016

Enfermedades, dolores... ¿de verdad su médico le está dando todas las soluciones?


Uno de los problemas más graves de la medicina convencional es que los médicos tienden a NO prescribir a sus pacientes tratamientos naturales. Por falta de tiempo, de formación y también por intereses económicos, privan a sus pacientes de soluciones naturales, pese a que éstas ofrecen grandes esperanzas frente a los dolores y las enfermedades.

Por ejemplo, si usted tiene artrosis, su médico sin duda le recetará antiinflamatorios no esteroideos (aspirina, diclofenaco, ibuprofeno...). Y quizá le administren infiltraciones de cortisona.

Estos medicamentos suprimen parcialmente el dolor pero, además de tener efectos secundarios, no resuelven el origen de la enfermedad, que no es otro que la destrucción del cartílago de las articulaciones.

Sin embargo, hoy día ya se sabe que algunos compuestos naturales podrían no sólo aliviar el dolor, sino también reactivar la producción de cartílago.

Varios estudios científicos han puesto de manifiesto que los pacientes recuperaron la flexibilidad que tenían antes gracias a productos totalmente naturales y sin efectos secundarios indeseables. Algunos pudieron retrasar o incluso evitar someterse a cirugía para implantarles una prótesis de rodilla. Son resultados de investigaciones científicas publicadas en revistas médicas internacionales, como The Lancet y The Archives of Internal Medicine. (1) (2)

Estos resultados, evidentemente, no están garantizados para todo el mundo. Si hace años que usted padece la enfermedad, en su caso quizá ya sea demasiado tarde y lamentablemente no haya una solución natural que vaya a resolverlo todo.

Pero no hay duda que, para algunas personas, la medicina natural funciona allí donde la medicina convencional ha fracasado. En un gran número de enfermedades existen vías y enfoques que no logran tener cabida en el sistema de salud oficial.

Por eso es absurdo que no se informe de esas alternativas a las personas afectadas por estas enfermedades.
He citado el ejemplo de la artrosis, pero es sólo un caso entre muchos otros.

Teniendo en cuenta el poder de la industria farmacéutica, no es de extrañar.

Ésta realiza enormes esfuerzos para convencer a los médicos de que las medicinas alternativas están basadas en ilusiones (efecto placebo, etc.), y que sólo los medicamentos químicos tienen un efecto demostrado científicamente.


 
Las medicinas naturales son medicinas punteras


En realidad, las medicinas naturales son también objeto de investigaciones científicas exhaustivas.

El conocimiento acerca de ellas ha progresado mucho. Existen revistas científicas sobre medicina natural que tienen el mismo nivel de exigencia y rigor que las revistas que se ocupan de la medicina convencional.

Y no tratan solamente sobre resfriados, quemaduras leves y otras afecciones de poca importancia. No. También tratan sobre enfermedades graves e incapacitantes, entre ellas la artrosis, la diabetes, la esclerosis múltiple, las enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer.



Ayude a su cuerpo a curarse con alimentos sanos y nutrientes esenciales


Para comprender todo el interés que suscita actualmente la nutriterapia es necesario saber que, desde 1950, la dieta de las poblaciones occidentales se ha empobrecido drásticamente.

Las verduras y las frutas frescas que consume hoy en día la población de los países industrializados ya no tienen la misma riqueza nutricional que en otro tiempo.

Y esto no debe sorprendernos: los suelos, antaño ricos en minerales, se han agotado a causa de los métodos modernos de agricultura intensiva.

Numerosos casos de diabetes, hipertensión o depresión, entre otras enfermedades, se ven así agravados por la falta de nutrientes y por el consumo de alimentos nefastos para la salud. Pero desgraciadamente, con frecuencia por falta de formación, los médicos actuales intentan "curar" estas enfermedades mediante medicamentos químicos que agotan aún más las reservas del organismo.



Sin efectos secundarios indeseables


Por ejemplo, la aspirina es eficaz contra muchos dolores... pero estropea la pared del estómago. Puede provocar graves hemorragias, a veces incluso úlceras en el sistema digestivo.

La cortisona reduce las inflamaciones, pero estimula las infecciones. A la larga, provoca osteoporosis, diabetes, desarreglos hormonales, hinchazón en el rostro y problemas de piel.

Los antibióticos matan determinados gérmenes... pero devastan la flora intestinal. Debilitan el sistema inmunitario y pueden ser tóxicos para el hígado y los riñones. Favorecen el desarrollo de levaduras que pueden infectar la boca (candidiasis bucal) y las micosis del aparato genital.

La medicina natural, por el contrario, produce beneficios en el conjunto de su cuerpo.

Por ejemplo, cuando toma vitamina D para reforzar sus huesos, está reduciendo al mismo tiempo el riesgo de cáncer. Los omega 3, que reducen el riesgo cardiovascular, mejoran también el ánimo (efecto antidepresivo) y reducen la degeneración macular.

Los productos naturales no tienen efectos indeseables, pero el riesgo de interacción y de ingerir una dosis excesiva siempre está presente.

Pero atención: no vaya a creer que apostar por la salud natural consiste en imponerle dietas exigentes, con alimentos sin sabor y difíciles de tragar. Muy al contrario. Por ejemplo, antes de pensar en tomar algún suplemento alimenticio natural para mejorar la calidad de su dieta le haría un gran favor a su cuerpo simplemente ingiriendo... más grasas "buenas".



¡NO suprima las grasas de su alimentación!


Desde hace 40 años, los poderes públicos intentan convencer a la población de que las grasas alimentarias son el enemigo público número 1.

Esta postura oficial no está confirmada por las investigaciones científicas más recientes. Al contrario, éstas indican que usted debe, sin ningún género de duda, aumentar su consumo de grasas "buenas".

Los pescados grasos, las nueces, los canónigos, la calabaza y la verdolaga contienen grasas que reducen la mortalidad cardiovascular. Si usted tiene carencia de estas grasas, su riesgo de sufrir depresión y otras enfermedades es mayor. Varios aceites incluso consiguen que baje su índice de colesterol.

Además, en el marco de un régimen de adelgazamiento, consumir grasas es indispensable para darle sensación de saciedad, que es necesaria para perder peso. Si tiene hambre, el cuerpo se pone en "modo hambre", ralentizando su metabolismo para economizar calorías, lo que hace que usted conserve sus kilos de más.

Y como muestra, un ejemplo: la población estadounidense lleva disminuyendo su consumo de grasa progresivamente desde 1975. Y sin embargo eso no ha impedido una explosión de problemas de obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer...

Actualmente, la investigación más puntera sobre las grasas ha demostrado su efecto beneficioso e indispensable para numerosos procesos biológicos.



Cuídese... disfrutando


La investigación moderna en nutrición ha demostrado que numerosos alimentos le hacen envejecer y causan varios tipos de reacciones gravemente perjudiciales para sus células y sus órganos (en particular las arterias y el cerebro):

• La oxidación: acarrea la muerte celular y daños en el ADN (fuente de algunos tipos de cáncer) y está causada por el consumo de alimentos que son fáciles de evitar.

• La glicación: proteínas y azúcares -fructosa y glucosa- se combinan para formar cuerpos duros que hacen que sus órganos se vuelvan rígidos. Los daños son irreversibles. La glicación se produce especialmente cuando usted come lo "churruscado" de las carnes asadas, y en particular de las barbacoas.

• La inflamación: cuando es crónica, mata las células cerebrales, ralentiza la circulación y puede provocar el desprendimiento de placas de ateroma, que obstruyen los vasos más pequeños (riesgo de infarto y ataques).Todas estas reacciones se producen por ingerir alimentos inadecuados.

La buena noticia es que, a la inversa, otros alimentos tienen el efecto contrario: protegen las células, mantienen las paredes jóvenes y flexibles, cuidan los órganos, hacen que la piel se fortalezca y pueden contribuir a restaurar funciones físicas, neurológicas e incluso psicológicas afectadas desde hace años.

 
  • el postre de frambuesas  protege contra las enfermedades cardiacas.
  • el marinado a la lima  reconstituye sus reservas de omega 3.
  • las alcachofas rellenas  destruyen las células cancerosas.

¡Hay muchas otras recetas que le sentarán bien!


Los remedios ocultos en su despensa


Los plátanos contra el infarto: los plátanos son una fuente excelente de vitamina B6 y vitamina C, de fibras alimenticias y de manganeso. Pero también contienen mucho potasio, un elemento que escasea en la alimentación de las poblaciones occidentales desde hace 30 años. El potasio es necesario para conservar una presión arterial normal y un buen funcionamiento del corazón. Comer un plátano (no demasiado maduro) al día puede ayudar, por lo tanto, a prevenir la hipertensión arterial, las arritmias y a proteger contra el infarto.

La manzana contra la osteoporosis: la manzana contiene procianidina B-2, que desempeña un papel clave para retrasar los signos de envejecimiento, prevenir la aparición de arrugas y estimular el crecimiento del cabello. Investigadores franceses han descubierto que un flavonoide denominado floridzina, que se encuentra únicamente en las manzanas, puede proteger a las mujeres posmenopáusicas de la osteoporosis y aumentar la densidad ósea. Numerosos estudios han puesto de manifiesto igualmente que comer manzanas puede ayudar a prevenir numerosos tipos de cáncer, asma, diabetes e hipertensión arterial, entre otras enfermedades.

Los aguacates y el cáncer: a los aguacates se les reconocen desde hace tiempo sus propiedades anticolesterol y su capacidad de mantener la salud cardiovascular. Pero se ha descubierto algo nuevo: según los últimos resultados de investigaciones del Dr. Steven M. D'Ambrosio y sus asociados en la Ohio State University, en Estados Unidos, parece ser que los compuestos fitoquímicos extraídos del aguacate Haas (variedad de piel rugosa y oscura) son capaces de destruir las células cancerosas, así como de impedir que las células precancerosas deriven en cáncer.
También hay plantas exóticas que puede añadir a sus platos y que harán maravillas por su salud:

Dos cucharadas soperas de granos de salba, llamada también chía, contienen más fibra que una dosis del laxante químico Metamucil y aportan 3,05 mg de omega-3, lo que equivale a más de cinco cápsulas de aceite de linaza o a diez cápsulas de aceite de pescado. Con su alto contenido en ácido clorogénico y cafeico, este "superalimento" recientemente descubierto facilita igualmente el metabolismo de la glucosa y el control del peso, entre otras innumerables ventajas para la salud.

Otros estudios han demostrado que la ashitaba (una verdura de hojas verdes de Extremo Oriente) puede contribuir a mejorar la salud, restableciendo la normalidad en el sistema inmunológico debilitado por las infecciones bacterianas y víricas, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, los dolores musculares y la diabetes tipo 1 y tipo 2. Favorece igualmente la depuración de la sangre, del hígado y de los riñones.

Diabetes: el clavo y la canela ralentizan la absorción del azúcar por parte de sus mucosas; de este modo, al añadirlos a sus postres limitará su pico de glucemia tras la comida.

Envejecimiento y desintoxicación: el aguacate, el melón, los espárragos, el pomelo, la calabaza, las patatas con piel, las fresas, el tomate crudo, la naranja, la coliflor, el brécol, el melocotón, la cebolla, el calabacín, la zanahoria cruda y las espinacas crudas son una fuente de glutatión, una proteína de la que se tiene carencia con el paso de los años y que desintoxica las células.

Enfermedades cardiovasculares: la zanahoria favorece su prevención gracias a la gran cantidad de betacaroteno que posee. El zumo de zanahoria fresca (hecho con licuadora) es especialmente eficaz (250 ml equivalen a 24 mg de betacaroteno).

0 comentarios:

Publicar un comentario